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La Vida es Inevitable, Tú Decides el Tipo de Persona que Construyes

Recuerdo la primera vez que sentí que todo lo que había construido podía desmoronarse en un instante. Era un momento de esos en los que sientes que estás de pie sobre un puente colgante, mirando hacia abajo, sabiendo que tienes que seguir caminando, pero con el miedo constante de que cualquier paso en falso pueda hacerte caer.

Miquel Román lo explicó de una manera brutal en nuestra conversación: “Dejar atrás algo en lo que te has identificado es como dejar atrás parte de tu identidad”. Y es que, a veces, soltar lo que creíamos que nos definía es lo único que nos permite crecer.

En su caso, el punto de inflexión llegó cuando tuvo que soltar su primer emprendimiento. Tres años de esfuerzo, de ilusiones, de creer que ese sería “el proyecto de su vida”... hasta que la realidad lo golpeó y tuvo que cerrar, romper con su pareja y literalmente desaparecer para reencontrarse. Un billete a Tailandia y un mes para reconstruirse fueron su metamorfosis. Lo que parecía un fracaso fue, en realidad, el nacimiento de su siguiente nivel.

Y es que muchas veces creemos que nuestra primera gran idea es la definitiva. Que ese negocio, esa relación, esa visión de nosotros mismos es inamovible. Hasta que la vida nos demuestra que soltar no es fracasar, sino rediseñar el camino con más sabiduría.

El Compromiso: La Clave para lo Inevitable

Si hubiera que destilar el éxito de Miquel en una sola palabra, sería compromiso.

Porque cuando hablamos de metas, la verdadera pregunta no es qué quieres lograr, sino cuánto estás dispuesto a comprometerte con ello. Y él lo dice claro: "Cuánto quieres lo que quieres".

En el emprendimiento, en el deporte, en el amor, en todo. Si no hay compromiso, no hay avance. Si no hay una decisión firme de ir hasta el final, cualquier excusa será suficiente para abandonar.

Y aquí entra en juego el tiempo. Nos han vendido que las cosas pasan de la noche a la mañana, que la viralidad es sinónimo de éxito, que los grandes logros son cuestión de suerte. Pero la realidad es otra: lo inevitable sucede cuando el tiempo juega a tu favor. Cuando aguantas más que el resto. Cuando entiendes que cada esfuerzo diario es una semilla que, tarde o temprano, dará fruto.

Lo que Realmente Significa Ganar

En un punto de la conversación, surge un nombre: Michael Jordan.

Miquel lo menciona como su mayor inspiración. No solo por su talento, sino por su mentalidad ganadora. "Aquí se gana. Si no quieres ganar, no eres parte del equipo". Una mentalidad tan poderosa que contagiaba a todo su entorno, creando un ecosistema donde la única opción era mejorar.

Pero ojo, también lo admite: ese nivel de competitividad puede ser un arma de doble filo. Puede hacerte imaginar rivales donde no los hay. Puede hacer que cada día sea una batalla. Y aquí es donde entra el equilibrio: aprender a competir sin perderse en la guerra.

Porque la verdadera victoria no es solo ganar, sino saber para qué estás ganando.

El Amor, el Éxito y las Decisiones que Marcan Todo

En esta charla, hubo algo que resonó especialmente: la importancia de la pareja en el camino del éxito.

Miquel lo explicó sin rodeos: “Tu pareja no puede ser tu propósito de vida. Y tú no puedes ser el propósito de tu pareja”.

Muchas veces nos aferramos a personas como si fueran nuestro salvavidas. Como si sin ellas no supiéramos quiénes somos. Pero el verdadero amor no es dependencia, es elección. Es elegir cada día a alguien que te impulse a ser mejor.

Y cuando llega el momento de compartir un proyecto con esa persona, como lo ha hecho él con Raquel, la clave está en que ambos tengan su propio propósito, su propio camino. Porque cuando dos personas crecen juntas, el impacto es exponencial.

La Pregunta Final: ¿Qué Harías Si Supieras Que No Puedes Fallar?

Miquel tiene una respuesta brutal para esto: "El fallo no existe. Es solo falta de información. Y cuando entiendes eso, todo cambia".

No se trata de evitar errores, sino de verlos como piezas fundamentales de tu historia. Porque el verdadero éxito no es llegar a la meta sin caídas, sino levantarte tantas veces como sea necesario, sabiendo que cada tropiezo te acerca más a tu mejor versión.

Así que aquí te dejo con esta reflexión:

🔹 Vivir es inevitable. Tú decides el tipo de persona que construyes.

Tú decides si usas el tiempo como un aliado o como una excusa.
Tú decides si el miedo te frena o te impulsa.
Tú decides si lo inevitable se convierte en una carga o en una oportunidad.

Porque, al final, el éxito no es un destino, sino una decisión diaria.